Pero desde hace aproximadamente 10 años hay una nueva tendencia que se instaló en los planes de quienes trabajan; el fraccionar las vacaciones a lo largo del año para no alejarse de la oficina por más de diez días aprox..
Se dividen las vacaciones de descanso en distintas semanas; ¿cuáles son los pros y contras?:
La médica neuróloga Mirta Averbuch dice que es un hábito saludable: “Lo ideal es tomarse quince días en el verano (porque el calor nos cansa más y los días son más largos) y guardarse el resto para disfrutar durante el año. Es bueno tomar más descansos, aunque sean cortos, y repartir anualmente el total de los días vacacionales. Alejarse de la rutina beneficia psíquica y físicamente: mejora el humor, la memoria y el estado emocional. Al regresar, las personas se sienten más sanas y se ha demostrado que incrementan la creatividad. Hay estudios que revelan que la gente que toma más vacaciones, tiende a vivir más y mejor. Pero se debe considerar que los primeros tres o cuatro días libres aún se está conectado al trabajo, recién a partir de ese plazo, comienza el verdadero descanso”.
María José Barboza, psicóloga especialista en Familia y Desarrollo Personal, recomienda que los destinos vacacionales sean diferentes a los ambientes cotidianos para poder realmente “desenchufarse” y cambiar de aire. Las vacaciones son una buena oportunidad para fortalecer vínculos y unir a la familia, en caso de conflictos o estrés, teniendo en cuenta siempre la agenda de todos los miembros. Como consejo principal comenta; regresar un día antes del destino elegido para conectarse poco a poco a la rutina laboral y que el cambio no sea tan brusco.
Licenciada Julieta Rocchietti, gerente de Selección y Consultoría de CONA Consultores, explica: "ahora es habitual que los empleados dividan sus vacaciones en dos o tres períodos durante el año. Desde el punto de vista laboral, creo que es positivo para el empleado tener este beneficio y también para el empleador, porque el puesto no está vacío por varios días”. “Suele ser más fácil volver a las funciones luego de unas cortas vacaciones, que hacerlo después de un tiempo más largo, donde la desconexión es mayor”.
Se tendría que que valorar el gasto extra que representa en la economía familiar o personal vacacionar dos o tres veces al año. No obstante, los especialistas aseguran que sólo alejarse de la oficina por unos días trae beneficios importantes para la salud “aunque uno permanezca en su hogar ya sea leyendo o mirando una película”, apunta la neuróloga Averbuch, que es directora del Instituto SOMNOS Medicina del Sueño.
“Cualquier descanso de la rutina diaria, por pequeño que sea, resulta saludable”, agrega Averbuch. Pero, ¡atención! El descanso y el sueño no son acumulativos y si un día uno duerme veinticuatro horas, y al siguiente nada, se estará muy cansado igual.
En todos los casos, lo ideal en las vacaciones es sacarse el reloj, apagar el celular, desenchufarse, disfrutar, y dormir todo el tiempo posible.
Siempre y para todos lo más conveniente para nuestra salud será poder relajarnos, apagar el celular o móvil, disfutar, pensar lo menos posible, descansar y dormir lo suficiente en nuestras vacaciones.
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