"Cuando salí, me sentí como un extraterrestre al que traen a la Tierra", confesó ayer en Madrid el italocolombiano Diego Urbina, uno de los seis protagonistas de la misión Mars 500, apodada el Gran Hermano marciano y que terminó el 4 de noviembre. Él y su compañero, Romain Charles,ambos seleccionados por la Agencia Europea del Espacio (ESA) entre 3.500 candidatos, han visitado España para narrar un viaje imaginario que en ocasiones les ha parecido real. "Mi razón sabía que estaba en un módulo a 20 metros de las personas que seguían el estudio, pero me sentía a cientos de kilómetros de allí", señala Charles, un ingeniero francés de 32 años.
Él y sus cinco compañeros han pasado 520 días de aislamiento en el Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú, donde el programa espacial ruso probaba los efectos de la ingravidez en la salud de sus cosmonautas y que ahora se ha volcado en este nuevo experimento conjunto con la ESA. La instalación era un "tubo" de 180 metros cuadrados, como lo definió ayer Urbina, con enfermería, comedor, habitaciones y una cúpula llena de arena y piedras. En esta habitación, se simuló un descenso a Marte, con ensayos de accidente incluidos. "Los trajes pesan 30 kilos y la sensación de caer al suelo es como si te metes en una nevera y alguien te empuja de repente", detalló ayer Urbina.
La mayor parte de los expe-rimentos han sido psicológicos y físicos e intentarán aclarar cómo sufrirán el cuerpo y la mente de los futuros astro-nautas que viajen a Marte "dentro de 20 o 30 años", según Urbina. Los resultados científicos se presentarán en abril de 2012, aunque los datos preliminares ya son sorprendentes, según los responsables. "A medida que avanzó la misión, esperaba la aparición de conflictos", aseguró a este diario Elena Feichtinger,jefa del proyecto por parte de la ESA. En el experimento anterior, de 105 días, ya los hubo, y esta vez se "esperaba que fuera peor", dijo Feichtinger. Para su sorpresa, no hubo choques graves, algo que achaca a una buena selección de candidatos. "Si esto fuese telerrealidad, no tendríamos audiencia", resumió Urbina.
La selección de candidatos fue polémica por la ausencia de mujeres. La ESA señala que se presentaron muchas menos que hombres, aunque nunca hubo veto. "En el caso de Rusia, uno de los suplentes era mujer, pero no pudo ser, ya que la ESA no tenía ninguna seleccionada y no podía entrar sólo una", explicó Feichtinger. ¿Por qué? "Sería un problema desde el punto de vista sexual", aseguró.
A preguntas de los periodistas, tanto Urbina como Charles restaron importancia a la abstinencia que han mantenido. "Es algo difícil, pero no imposible", dijo Urbina. "Lo hicieron los exploradores en el pasado, lo hemos hecho nosotros y lo hará más gente después", aseguró.
"Siento que han sido sólo cuatro meses"
Romain Charles. Ingeniero francés y miembro de la misión ‘Mars 500’
¿El tiempo se hace más largo durante el encierro?
Cuando pienso en esos 520 días, mi razón sabe que pasé un año y medio en los módulos, pero siento como si hubieran sido tres o cuatro meses. Cuando estás dentro, intentas vivir día a día.
¿ Cree que viajará al espacio?
Antes de entrar, pregunté: “Si tenemos éxito, ¿podré ser astronauta?”. La respuesta fue clara: no. Tendré que esperar hasta la próxima tanda de selección, que será en unos diez años, así que no sé si aún seré apto. No creo que pueda. Tengo 32 años y normalmente el límite es 40.
Hay quien habla de establecer colonias en la Luna o en Marte. ¿Cuánto tiempo cree que puede aguantar una persona en situaciones como esta?
Puede ser mucho tiempo. Lo importante es que siempre tengas la posibilidad de regresar si lo deseas. Un viaje sólo de ida sería demasiado difícil para superar desde el punto de vista psicológico. Cuando estás lejos de tu familia, el hecho de saber que volverás a verlos es lo que te permite seguir adelante. Si no tienes esa esperanza, se hace demasiado difícil.
"Hemos nacido en el momento equivocado"
Diego Urbina. Ingeniero italocolombiano y miembro de la ‘Mars 500’
¿Ha tenido algún momento místico en esta misión?
En los viajes a la Luna, lo que más hace reflexionar a los astronautas es ver la Tierra desde lejos. Nosotros no lo vimos. Ha sido más un viaje de introspección. Analizas tu rol y te vuelves más humilde, porque te das cuenta de que el mundo sigue adelante sin ti, como si no estuvieras. Filosóficamente, trae muchas experiencias, aunque no algo así como encontrar a Dios.
¿Podría haber una ‘Mars 500’ con seis mujeres?
Perfectamente posible si hallas las mujeres adecuadas. Para la Mars 500, hubo muchos más candidatos hombres que mujeres y para algunos psicólogos todavía es controvertido saber si un equipo mixto funciona igual. Seguramente añada complejidad, pero, con la adecuada selección, creo que puede funcionar.
¿Cómo es saber que seguramente no vaya a Marte?
Ahí nos damos cuenta de que nacimos en el momento equivocado. Unos años después, habría sido mejor. Pero nos parece un paso importante y nos sentimos como un eslabón en la cadena que conduce a Marte.
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